---El
Deportivo Zamora tiene casi dos años de fundado y ya impacta de manera
importante en la zona sur de San Carlos, estado Cojedes
FutbolConnect
Venezuela
FOTOS CORTESÍA/FC VENEZUELA
En Venezuela, pocos
encuentros generan tantos lazos de fraternidad y hermandad que los nacidos al
calor de una caimanera. En la tierra de Bolívar, una caimanera es un partido,
del deporte que sea, nacido de la improvisación y en el que no hay otros jueces
que los propios jugadores, se juega en las calles, en terrenos baldíos o lo que
sea adaptable.
En el “Campito”, un estadio
de futbol ubicado en la zona sur de San Carlos, estado Cojedes, germinó
precisamente de las caimaneras que allí se jugaban, la noble idea de crear un
club para formar integralmente a los jóvenes de las adyacencias a través del
futbol y ayudarlos a convertirse en jugadores profesionales, así nació el
Deportivo Zamora.
El presidente del joven
equipo, Henry Salazar, habló en exclusiva para FutbolConnect Venezuela y reveló
la corta, pero emocionante e intensa historia del club que, en la actualidad,
pelea por ganar el torneo clausura de la Serie Plata Cojedes, donde actualmente
son terceros con 62 puntos, a 10 del líder Paso las Negras.
En enero de 2015, y tras cierto
tiempo haciendo vida en El Campito, deciden los líderes de la idea dar pasos hacia
adelante para consolidar una estructura organizada que les permitiera trascender;
es así como inician los contactos y gestiones
con la Asociación de Fútbol del estado Cojedes a través del ingeniero José Luis
Silva, cuenta el presidente.
PRIMEROS
PASOS
“Se me pone la piel de
gallina al recordar los inicios, porque es algo muy bonito”, afirmó
emotivamente Salazar. El registro oficial se produjo en marzo de 2015, para
entonces ya contaban con una cantidad importante de chamos entre los 6 y los 14
años, eran 40 en el inicio y en la actualidad cuentan con más de 200, tanto
muchachas como muchachos hasta la categoría sub 20.
Yersi De Jesus Morloy Cuello,
Yerklis Salazar, José Luis Silva, los padres y representantes, son las personas
que a juicio del presidente han jugado un rol fundamental en el sendero
recorrido.
La zona sur de San Carlos,
es una de las que registra mayores índices delictivos y otras manifestaciones
de violencia en la región, es una realidad de la que son conscientes en el
Deportivo Zamora y trabajan a diario por darle un vuelco a esta situación
social; pocas herramientas mejores que el futbol y la transmisión de valores para
la vida para transformar contextos.
“Los representantes se
sienten orgullosos de nosotros por lo que hacemos, los chamos son de sectores
como Los Iraníes, La Culebra, Ezequiel Zamora, Fundabarrios, entre otros,
suelen ser de familias de bajos recursos, tratamos de orientarlos, enseñarles
valores para la vida, aparte del fútbol trabajamos todo eso, son cosas que Dios
agradece”, asegura Salazar.
LLAMADO
A TRABAJAR
El presidente del Deportivo
Zamora mandó un mensaje a las empresas privadas, empresas públicas y gobierno
regional. Considera que un porcentaje importante de sus dividendos deberían
destinarlos organizadamente a estas iniciativas tan importantes y que ayudan a
transformar realidades sociales.
Hizo mención a un acuerdo
verbal con la franquicia Vencedores de Cojedes, iniciativa apoyada por la
gobernadora de Cojedes, Margaud Godoy, y que planean convertir en fundación
para promover el desarrollo deportivo de la región: “Contamos con ellos porque
nos dieron su palabra, confío en Dios de que así será.
POR
QUÉ “EL CAMPITO”
Al estadio donde juegan de
local, lejos aún de tener las condiciones mínimas necesarias para desarrollar
el buen futbol en toda su expresión, se llama así porque, previo a las
caimaneras, todos los involucrados decían: “Vamos a jugar en el Campito”.
Henry Salazar piensa en
grande, manifestó su deseo de seguir trabajando incansablemente por y para los
chamos del club. Entre sus misiones se encuentran llegar a disputar la máxima
categoría del futbol juvenil en Venezuela, la Serie Oro; también esperan ver a
varios de sus jugadores convertirse en jugadores profesionales y, si no es así,
que sean hombres y mujeres de bien que aporten para el bien de la sociedad.
Entre las anécdotas curiosas
de sus casi dos años de vida, está el día que viajaron a Cojedito en la
platabanda de un camión modelo 350 para enfrentar a la Urb. José Laurencio
Silva. En el tramo Apartadero-Cojedito, se pincharon tres cauchos del vehículo
y tuvieron que irse trotando hasta llegar al campo de juego. A pesar de la
odisea, de esas muy comunes en el futbol menor, derrotaron a los locales y se
llevaron los tres puntos a casa.