¿TOLERANCIA? ¿PACIENCIA? ¿DÓNDE SE COMPRA ESO?
Por: RAMON A CRISTALDO
Realice
un taller para padres y entrenadores deportivos el cual tenía cómo tema central
la relación que deben tener ambos para optimizar el desarrollo deportivo de los
niños, incluso la formación integral de los jóvenes deportistas, entendiendo
que el deporte toma en cuenta variables del desarrollo humano a partir del
equilibrio biológico, psicológico y social.
Hice
mención durante el curso, que al ser formadores en la cancha en el caso de los
entrenadores y padres en el hogar
debíamos tener entre las cualidades principales, ser tolerantes y ser pacientes,
porque el aprendizaje tiene sus fases, no todos los niños tienen las mismas
capacidades psico-motrices, no todos aprenden de la misma manera y al ser un
trabajo a largo plazo debemos enfocarnos en el desarrollo y el proceso de
formación más que en el resultado de ganar o perder, después de hacer esta
afirmación un padre apoyado por un entrenador preguntaba: “¿tolerancia?, ¿paciencia?, ¿dónde se compra eso? Yo entiendo lo que dice profe, pero me
estresa cuando no veo el resultado en el momento”.
Tener
claro cuál es el objetivo del trabajo y la metodología que vamos a usar para
lograrlo, nos va a permitir alcanzar la paciencia y la tolerancia idónea en el
proceso de formación de los jugadores, independientemente de tener a la mano un
manual de ejercicios y estímulos deportivos, un formador y los padres deben
tener claro el proceso de aprendizaje que se estará presentando en los jóvenes
para autoajustar su tolerancia al error, el cual es uno de los problemas más
comunes entre los entrenadores en las sesiones de entrenamiento.
Entonces,
la tolerancia es importante poseerla en nuestro trabajo, porque es la actitud
pacífica frente a las diferencias en otros individuos, es asumir una actitud
que respeta las opiniones, ideas o actividades de las otras personas aunque no
coincidan con las propias, en el caso del deporte se trata de respetar los
ritmos de aprendizaje.
Cuando
los jóvenes en formación llegan a las escuelas deportivas, deben incorporar
nuevas informaciones psico-motrices pasando por sus diferentes etapas de
aprendizaje, para ello el entrenador deportivo debe considerar estas etapas
para enseñar y su tolerancia debe de estar acorde a la actuación del deportista
durante este proceso.
Corresponde
mencionar que aprendizaje es el proceso
por el cual la experiencia o la práctica producen un cambio relativamente
permanente en la conducta o potencial de la conducta y este proceso se divide
en 3 Fases: La Cognitiva, la asociativa y la autónoma.
Al
iniciar un entrenamiento o un periodo de prácticas el tiempo que se invierte en
explicar en qué consiste la sesión o como deben ejecutar los movimientos
correctos, los deportistas pasan por la primer fase del aprendizaje, el
cognitivo, el cual se centra en acumular una comprensión de la manera en que se
ejecuta la destreza, el jugador utiliza la cognición o proceso psicológico para
obtener un conocimiento de cómo se ejecuta, haciendo varios ensayos iniciales
de la tarea. Es un periodo relativamente corto, dentro del proceso global de
aprendizaje. Entendiendo que el proceso es la comprensión, la ejecución motriz
no es tan fina y hábil, pues está el atleta propenso a cometer errores mientras
pasa a la siguiente fase, sabiendo que el error es parte del proceso nuestra
tolerancia debe ser amplia, con un discurso explicativo pacífico y orientador,
sin recriminar la ejecución incorrecta para brindar seguridad y confianza,
utilizando habilidades verbales y no verbales para que los deportistas logren
superar la fase cognitiva.
Ya
una vez comprendida la tarea, los jóvenes atletas avanzan a la Fase asociativa
que es la fase práctica o de fijación, es un periodo mucho más largo, el
aprendiz pone en práctica la destreza para alcanzar su dominio. Los formadores
pueden ser un poco más exigentes siempre manteniendo el entendimiento que a
medida que el deportista practique, sus errores irán disminuyendo, tener una
actitud hostil en esta fase de la enseñanza puede sabotear y retrasar la
ejecución óptima.
Finalmente,
el jugador logrará la autonomía cuando sea capaz de poner en práctica la
destreza a la perfección inconscientemente, la cual se ha practicado hasta el punto de convertirse
en un hábito. Que logre ejecutar a la perfección los movimientos requeridos por
los estímulos no significa que ahora tenemos una maquina perfecta que no se
equivocará, como seres humanos siempre estaremos en posición de cometer algún
error, pues, podremos cerrar nuestra tolerancia, que no sea tan amplia como
cuando el joven deportista estaba en la fase cognitiva, pero jamás debemos
tener la tolerancia en cero, recordemos que no son robot perfectos que jamás se
equivocan y tampoco son animales que vamos a estar gritando y regañando por
todo y nada en las sesiones de entrenamiento o competencias.
La
tolerancia para mi humaniza al entrenador y a los padres, ya hace que busque
diferentes formas de trabajar, que utilice una gama amplia de recursos de
enseñanza, esté preparado ante las diferencias de los practicantes, respete su
tiempos de aprendizaje y que si no puede con una explicación simple, utilice el
modelaje, que busque y haga uso de materiales audiovisuales, en fin, que no sea
un entrenador limitado que por no tener más recursos, que quiera imponer y
enseñar por medio de los gritos, insultos, regaños y castigos, sin ninguna
tolerancia por los actos de los jugadores y evidentemente sin ser paciente a
que los jóvenes logren ejecutar a la
perfección lo que fue enseñado.
La
tolerancia y la paciencia no se compran, se trabajan con capacitación, comprensión,
objetivos claros, visión de futuro, buena metodología de enseñanza, empatía,
respeto, creatividad con los recursos para enseñar, amor y sobre todo
entendiendo que trabajamos con seres humanos que sienten y se apagarán a las actividades que lo hacen sentir bien y
autorealizados.