Texto y foto: FutbolConnect
Venezuela
El 2019 fue un año de
consolidación para Ángel Arteaga, arbitro venezolano del estado Cojedes, la
serenidad y seguridad en su verbo, andar seguro y maneras firmes denotan a un
hombre de mundo que recorrió el continente para ejercer su sello Fifa y empezar
a sumar experiencia en la élite de su gremio.
FutbolConnect Venezuela se topó
con él durante la edición 29 del Solteros versus Casados de Las Vegas, su
pueblo amado y al que no falta para compartir con todos y dejar constancia de
su humildad y pedagogía para enseñar con el ejemplo.
“Fue un 2019 de constantes
frutos, después de tanto sacrificio. Fue mi debut como árbitro internacional y
tuvimos mucha participación en torneos importantes, empezando con el suramericano
sub 17, debut en Copa Libertadores y Suramericana, otro Caracas-Táchira; muchas
cosas bonitas y desde ya nos preparamos para el 2020”, comentó.
Aseguró lleno de confianza que
su carrera apenas comienza, se siente consiente de que nada ha logrado, citando
la vieja premisa de que lo difícil no es llegar sino mantenerse, porque todo
depende de la salud y la disciplina en un deportista de alto rendimiento,
porque eso son los árbitros profesionales.
ARRANCA
2020 CON EL TORNEO PREOLÍMPICO
Ya fue designado por Conmebol
como el árbitro venezolano que pitará en el Torneo Preolímpico suramericano sub
23, a jugarse en Colombia del 18 de enero al 09 de febrero y en el que las
selecciones buscarán un cupo a las Olimpiadas Tokio 2020.
“Es un formato nuevo, las
selecciones buscan su puesto y nosotros también, porque una buena actuación acá
nos puede garantizar otro buen año. El 11 de enero próximo viajo a Armenia,
donde se hace una pretemporada del 12 al 16 de enero”, detalló.
TODO
UN REFERENTE
Ángel está feliz porque viene
una camada en Cojedes siguiendo sus buenos pasos, para ellos dejó un mensaje: “La
competencia es dura, muchos quieren ser como Ángel Arteaga e incluso
sobrepasarlo. No es difícil, simplemente deben creer en sus cualidades, hacer
las cosas bien sin necesidad de dañar a otros, mucho sacrificio, vocación,
trabajo y disciplina, mucha humildad, luego de ser árbitros seguimos siendo
personas”.